Seguramente, algunos de ustedes han escuchado o leído todo lo que ha sucedido en el Jardín del Corregidor, restaurante bar ubicado en la colonia San Miguel Chapultepec.
Muchos medios de comunicación hablaron del tema, lo llegamos a ver en TV Azteca, en el periódico Reforma y muchos otros más. Sin embargo les proporcionamos un par de links en donde pueden informarse un poquito más de lo que está sucediendo, actualmente, en este lugar:
– Denunciará PVEM ante la Profepa a dueño de restaurante por tener animales silvestres en cautiverio
– El Restaurante Jardín del Corregidor sigue sin querer liberar a los animales
Bien, pues una vez que han podido leer sobre lo delicado de la situación con estos animalitos silvestres, decidimos hacer una visita al Jardín del Corregidor.
El lugar en sí, es un restaurante bar con un dos escenarios, una parte en donde la gente puede escoger, si decide comer fuera o dentro. Entramos e inmediatamente al voltear hacia el jardín, lo primero que vimos fue una escena bastante cruel y no podemos describirla más que con esta foto:
Así es, se trata de una leona de aproximadamente 9 años de edad. Una leonsita que a duras penas cabe en esta jaula que ven. Una leonsita dormida, asoléandose en una jaula demasiado pequeña para un animal de su especie. Inmediatamente pensamos, ¿y el león? En la foto, pueden observar que TODA la jaula es esta, e ingenuamente, pensamos que había otra jaula con el león. La verdad es que no lo vimos desde que llegamos, fue por eso que pensé que el león estaba en otra lugar… en otra parte.
Mientras todo esto sucedía, observamos a estas guacamayas, mismas que se caen todo el tiempo, pues tienen mucho movimiento. No recuerdo cuántas guacamayas tienen, pero son bastantes… muchas diría yo para un lugar también muy reducido, muy chico. Pudimos observar que están como “custodiadas” por un empleado del lugar, el cual las levanta con un palo cuando se caen del bebedero en donde se encuentran todas.
Es decir, si una se cae al piso (claro porque no vuelan, no sé si les corten las alas para que no lo hagan), pero por lo mismo, las guacamayas se mueven y, como no planean ni vuelan, se caen al piso, entonces es cuando el empleado les pone un palo al lado, ellas se suben y el empleado las pone de nuevo en esta base en donde están…
De pronto, me levanté y decidí rodear la jaula, fue cuando me encontré con este león, triste, visiblemente flaco, muy muy flaco, característica que NO es propia de un león. Más me asombró cuando me dí cuenta que estaba en la misma jaula que la leonsita, únicamente que él estaba del otro extremo, callado, acostado.. como pensando.
No sé, de verdad que no sé por qué un lugar como este puede tener tantos animales silvestres en un espacio demasiado pequeño. Sinceramente, este post no está encaminado para molestar o para difamar, o para hacerle eco a una lucha que para muchos no tiene sentido. CLARO QUE LO TIENE!
Como clientes que fuimos, es demasiado desagradable ver una situación así. En lo personal, sin dejarme llevar por la pasión de la defensa de los animales que tengo, y seguiré teniendo toda la vida, es muy pero muy desagradable ver a dos leones encerrados y exhibidos en una jaula de 13mts por 5mts de ancho y de alto tendría apenas 2 mts.
Lo más triste es que sí hay clientes que todo esto lo ven como un método de enseñanza de vida animal a sus pequeños hijos. Nos tocó ver a dos pequeñitos, no tendrían ni 5 años. Sus padres les decían “mira al león”, “escucha como ruge”, y, que ciertamente los bramidos del león (que pudimos escuchar de pronto), fueron con mucho lamento, no era los bramidos propios de un león normal.
Recuerdo que cuando lo escuchamos bramar, se levantó, estuvo así unos dos minutos, y se volvió a acostar.
Es muy triste ver fotografías como esta, en donde pueden notar que la leonsita si quisiera pararse, apenas cabría. No es normal, definitivamente no lo es.
Esto señores, no tiene nada de entrenido, no es atractivo, ni siquiera es agradable para comer viendo una escena como esta. Esto es simplemente un llamado a lo que no se debe hacer. No podemos tener animalitos así que no pertenecen a la vida de ciudad, que no pertenecen a una jaula, que no pertenecen ni deben saciar las ambiciones humanas sin detenerse a pensar que ellos son los que más sufren.
Desgraciadamente, no existe una cultura por el cuidado de estas especies. Lo pudimos ver en los clientes, con sus hijos. Al final es y seguriá siendo así. Ya vimos la terrible historia del señor que falleció lamentablemente hace poco en una carnicería.
Lo interesante de esto es que sí podemos tomarlo como un ejemplo gravísimo de violación hacia los derechos de los animales. Podemos hacer mucho. Podemos movernos y exigir que esto no suceda más. Podemos educar a nuestros hijos, amigos, familiares y conocidos sobre la terrible situación de los animalitos aquí en México.
En cuanto a lo del restaurante el Jardín del Corregidor, las autoridades competentes tienen que hacer su trabajo. Los animales tienen derechos y como tales, se deben de respetar.
Nosotros desde MuyAnimal.Com, somos eco y voz ante una sociedad que de pronto no conoce nada sobre el tema o que desgraciadamente no pudieron informarse a tiempo. Para eso estamos los blogs, para informar, para dar a conocer los hechos con una investigación propia del medio y de los que trabajamos en esto.
Por último queremos dejar en claro que este post no intenta engendrar odio contra las personas del restaurante el Jardín del Corregidor, no, para nada. De hecho podemos hacer incapié que si queremos hacer algo, debe de ser de manera pacífica, porque los humanos sí tenemos esa capacidad de raciocinio, y, creemos que todos nosotros, podemos cambiar y mejorar para bien, definitivamente.
Las cosas no se resuelven de manera violenta. Situaciones así no se pueden resolver por esa vía, ni hoy ni nunca, jamás.